“Sin música, la vida sería un error”, dictaminó el filósofo Friedrich Nietzche. La misma frase también podría ser llevada al mundo gamer y seguir siendo acertada. Es que hoy en día un videojuego sin música, sería un error. O para hablar en términos más geeks, un gran bug.
Por más que muchos jugadores y empresas no le dan la importancia necesaria, la musicalización de
los videojuegosno es un tema menor. Cada canción sirve para guiar al jugador por distintos niveles, ambientar zonas y sobre todo, para crear una experiencia total de juego.
A la hora de componer música para videojuegos las empresas toman distintas decisiones. Algunas involucran a los compositores desde la génesis del juego, mientras que otros dejan la musicalización para el final. “Lo ideal es que se arranque el proyecto desde cero, reunirse con los desarrolladores tanto online o personalmente y que te cuenten como es el videojuego. Así uno se va imaginando como es la música y se empieza a tener una ida y vuelta con los head designers”, sostuvo Marisol Vilardo, manager y diseñadora de sonido de
Sounds Fun!, la empresa de musicalización para videojuegos que creó con su marido el director musical, Federico Petrone, en 2006 y que cuenta con clientes como Playdom, Vostu y Quaigon, entre otros. “La idea es narrar musicalmente juegos de manera atrapante, que a la vez sea artístico y creativo para evitar que el usuario ponga mute”, aseguró a
Infotechnology.com.
“Por lo general habló con el diseñador del juego, que muchas veces es el que tiene el panorama más claro de este rubro. Casi siempre nos conectamos escuchando referencias, ya que suele pasar que te quieren mostrar en palabras algo que, al no ser músicos, les cuesta expresar. Por eso, muchas veces me mencionan algún juego o alguna canción para tomar la estética”, comentó Guido Mastrangelo, productor musical, diseñador de sonido y fundador de
Wondermelodies, una empresa que trabaja realizando música para desarrolladoras de videojuegos como QB9 o Playdom, entre otras.
Se podría imaginar que crear música para un juego puede ser bastante parecido a la composición para películas. Sin embargo, hay opiniones distintas entre los músicos. “En algunas cosas le veo bastantes similitudes, por suerte. Es más divertido así. Te permite volar más y muchas veces utilizar el género orquestral para musicalizar el juego”, sostuvo Mastangelo. Por otra parte, Vilardo disiente y aseguró que “una película tiene un final, un desarrollo. Una historia fija de un punto hacia otro. El juego no. Puede ir por ramas tan distintas que ahí está el desafío haciendo música”.
En la Argentina, el negocio de la música para videojuegos continúa siendo muy incipiente dentro de una industria que factura aproximadamente por año unos US$ 50 millones, según datos de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentina (ADVA). “No se valora a la música ni al diseño sonoro lo que se tendría que valorar. De a poco está creciendo un poco más pero no se le da tanta importancia. Muchas veces esto se nota desde la remuneración, en donde no te tienen tanto en cuenta y capaz no tienen idea del trabajo que es componer algo para un juego”, sostuvo Agustina Montero Dip, compositora de
ForgingSounds, una empresa que se dedica a musicalizar videojuegos desde 2005 y que cuenta con clientes como
Globant y Vostu, entre otras. “Todavia está muy verde, pero mejoró mucho. Antes no había tantas empresas como ahora ni con el desarrollo que tienen hoy”, aseguró Mastangelo.
Con el fin de fomentar este nicho, desde
ADVA lanzaron COREAR, un concurso de composición de música para videojuegos. El mismo consta de dos categorías, una de remix y otra orientada a temas originales. Desde la asociación piden que se realice una canción para un juego ya publicado. “En el último concurso en 2011 se presentaron 80 canciones. Este año se va a hacer en el marco de la Exposición de Videojuegos Argentina (EVA), que sería en los primeros días de noviembre y la idea es lanzar el concurso en el BAFIM”, sostuvo Alejandro Iparraguirre, organizador de COREAR.
“En lo que hace al negocio, lo que es creatividad está muy bien visto. Antes también éramos más baratos, ahora ya no sé si tanto, pero tenemos muy buena calidad de trabajo. Tenemos una ventaja diferencial hacia afuera, que es el nivel cultural argentino. A nivel plata una canción de un minuto se puede estar pagando €200 o US$ 200, aproximadamente”, comentó Iparraguirre.
La mayoría de los juegos tienen como principales destinos a Estados Unidos, Europa y Asia. Por lo que, tal vez, solo es cuestión de tiempo para que algún videojuego se vuelva famoso y quién sabe, si tal vez una canción hecha en la Argentina se vuelve tan conocida como la del Super Mario.