Arte & Marketing saluda la primer colaboración de Martín Raposo -Coordinador del Centro de Investigación en Entretenimiento y Medios de la Universidad de Palermo- quien propone un análisis imperdible de la situación actual de la industria.Los impactos de la revolución digital
El negocio del entretenimiento y los medios generado alrededor de la creatividad y la propiedad intelectual se encuentra, actualmente, transitando un camino sinuoso desde el mundo analógico al mundo digital. Cada una de las industrias que integran este complejo (cine, televisión, radio, música, diarios, revistas, video juegos, parques temáticos) tiene sus características particulares, y enfrenta estos cambios tecnológicos con distintas herramientas y distinta suerte.Sin embargo existen algunas consideraciones comunes a todas ellas: tal como mencionara recientemente Natalia Popovsky, en el marco del Seminario Internacional Futuro y Tendencias del Entretenimiento y los Medios en la Argentina, la revolución digital impactó en la industria a través de los siguientes fenómenos:
En el caso puntual de nuestro país, la necesidad de una mayor generación de contenidos representa una oportunidad a la vez que un desafío para volver a ser el granero del mundo, pero esta vez concentrando los esfuerzos en la producción de alimento intelectual.
El reto consiste en desarrollar las capacidades creativas necesarias, gestionando de manera eficiente la provisión de contenido de calidad para las innumerables ventanas que se encuentran disponibles, en el marco de un modelo de ingresos sustentable.
Un dato no menor en relación a la propiedad de los contenidos, es que la misma no se agota con el uso, sino que se perpetúa en los sucesivos usos que se realicen de la obra. Por tal motivo generar un ambiente propicio para la investigación y la experimentación de nuevos contenidos debería ser un objetivo estratégico, tanto para el Estado como para las empresas del sector.
En las industrias relacionadas con el Entretenimiento y los Medios el recurso humano es esencial, no sólo en lo que respecta a la producción de contenidos, sino también en lo referido a su administración.
Tal como lo mencionara Al Lieberman, profesor de la New York University y expositor del seminario dictado en el marco del MBA en Entretenimiento y Medios de la Universidad de Palermo,
la tecnología es una parte fundamental en el negocio de los medios y el entretenimiento, pero sabemos que no existe ninguna máquina capaz de realizar una película, escribir un libro, o conmovernos con una poesía.
Este tipo de industrias requiere del aporte importante de personas altamente capacitadas, que cuenten con la preparación suficiente y las herramientas necesarias para llevar adelante los desafíos de este negocio.
Un país como el nuestro que cuenta con una tradición en la generación de contenidos y en la producción de ideas creativas, debería tomar como propia la bandera de este desafío y retomar la iniciativa con objetivos escalables en el mediano y largo plazo: liderar en el mercado de América Latina, constituirse en referente en el mercado español y europeo e introducirse de manera más agresiva en el mercado latino de los Estados Unidos.
En cuanto al aumento de la posibilidad de distribución de los contenidos en tiempo real, en nuestro país, las empresas de cable, las empresas telefónicas y las empresas de electricidad, que cuentan con la capacidad tecnológica para ofrecer servicios de comunicaciones, ya dieron los pasos legales necesarios para poder estar a la altura de estos nuevos desafíos.
No debemos olvidar que tanto la penetración del cable como la de la telefonía celular son muy altas en Argentina, lo cual nos brinda una infraestructura apropiada para la difusión local de los contenidos propios e importados, poniéndonos de alguna manera a la cabeza de América Latina.
Volviendo a la cuestión de los desafíos actuales que enfrentan estas industrias, estos no deberían ser dejados a la exclusiva responsabilidad del Estado. El empresariado no debe estancarse en debates estériles sobre la quita o excepción de tal o cual impuesto o sobre el combate de la piratería desde una óptica exclusivamente represora.
Las demandas de las empresas al Estado deberían dirigirse principalmente a la consecución de ventajas competitivas: mejora en la infraestructura disponible, mejora en la calidad de la enseñanza básica y media, marcos regulatorios apropiados, etc.
Las empresas deben poder visualizar que el reto consiste en entender que el problema es que se enfrentan a un nuevo paradigma de negocios.
En este nuevo modelo existen:
Para las empresas del sector el principal desafío consiste en llegar al consumidor final, todos de la mano, con una oferta rica de contenidos, rica en diversidad cultural y con un modelo de ingresos que permita la subsistencia y el crecimiento del negocio.
Todo esto con la plena conciencia de que ese consumidor final, es un consumidor global, conectado en tiempo real, con todos los dispositivos necesarios para transformar cada instante que él decida en un nuevo prime time y generar a cada click de curiosidad un nuevo desafío para este sector.
Martin Raposo
Coordinador del Centro de Investigación en
Entretenimiento y Medios
Universidad de Palermo
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